jueves, 11 de diciembre de 2008

DESAPARECER

DESAPARECER
Lo que más quiero ahora. DESAPARECER.
Pero, me juré a mi misma que no dejaría todo así, que no bajaría los brazos, no hasta encontrar mi paz, aunque suene delirante. Y quizá nadie entienda todo lo que tengo para decir. Quizá nadie lo lea, y es lo que quizá también necesito. Porque lo único que quiero hoy, es desahogarme un momento por lo menos.
Porque creo, en que todavía me queda mucho. Y confío también en que más allá de todo, todo llega. Todo lo que tiene que llagar, tan solo. Y sé que esto, va a pasar, tan pronto como deba. Porque ya no influyo tanto yo, como Dios en lo que pase, en lo que mi destino sea. Aunque muchos dicen que uno mismo construye su propio destino, creo que muchas veces, lo único que le queda a uno para hacer, es esperar.Y el creer en que eso va a pasar, es lo único que me mantiene en pié todavía. Es por eso que no puedo dejar todo acá, porque no puedo irme así. Así, como si nada. Como si fuese la única que se siente sin aliento ya en esta vida, la única que siente no tener ya nada más que perder. NO SOY LA ÚNICA, lo siento así. Y prefiero pensarlo así. Prefiero pensar en algo alentador, aunque en estos momentos, nada sirve ya de aliento más que buscar y buscar y esperar y esperar. Pero cada vez, cuesta más y más y más… y mientras, ves a todo el resto, que está de la mejor manera… Y es ahí, cuando te preguntás si es justo, si es que a vos tiene que pasarte todo lo que está pasando, te preguntás cuál es el fin de tu situación, si tendrá solución que puedas llevar a cabo, si sólo tenés que dejar las cosas en manos de Dios, y esperar.. Cuántas preguntas en tan poco tiempo. Mucho para una sola persona. Quizá es por eso además que comenzás a sentir que nadie se da cuenta, o que aunque se dan cuenta, no les molesta demasiado cuál valla a ser tu situación ni tu problema, con tal de que ellos puedan resultar inmunes cuando a vos se te juzgue, con tal de no meterse, para no sentir lo que te pasa, o para no perder tiempo con una muchacha más que llora por sus penas baratas. Y todavía, como si sentir eso fuera poco, comenzás a sentir también que, gran parte de estos, se dan el lujo de basurearte, como si fueras diez mil veces menos persona que ellos… y duele, porque que las personas que amás, que más amás te hagan sentir basura, no es fácil, ni siquiera, resulta fácil de contar. Y que lo digan en la cara, sin entender por qué lo dicen, eso es algo que duele más, porque eso viene de los que pensaste que incondicionalmente por ley estarían con vos. Porque se supone que son parte de vos, y aunque así es en la vida real, parece no serlo en sus sentimientos y tampoco en sus actitudes.
Dios, sos lo único que me quedó.


03/12/08
14:49 hs.

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