Necesito que me escuches, porque estoy llorando…
Esta lágrima que cae sobre el piano, está pidiendo lo mismo que mis manos…
Yo no soy un conglomerado de canciones y penas, no soporto ser el alimento de ambiciones ajenas...
Y tuve mi nombre, ya no sé dónde.
Cuánto hay que perder, cuánto más hay que perder?
Necesito creer, sino me muero.
Hace 8 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario