martes, 16 de diciembre de 2008

No eres para nada lo que al principio parecías...
O te dejaste llevar, dejaste que todo se fuera a la nada.
Y nada, ahora, nada tiene valor.
Porque tantas promesas que fueron incumplidas,
Dejaron ver que clase de compromiso tenías.
Lástima que haya creído yo tanto, en que alguien por mi cambiaría.
Pero no, así, las cosas no son.
Y hoy no tengo derecho ya, de reclamarte nada.
Pero todo, hoy, sigue doliendo.

No hay comentarios: