No es nada fácil. Pero tampoco es imposible, hoy estar bien en todo. Íntegramente.
A veces, siento que al fin del día, no llegué en nada, y no hice nada de lo que tuve que haber hecho, aunque haya sido el día más activo en mi semana.
Siento que en un sólo mundo vivo.
En ese en el que la mañana transcurre, y de vuelta a casa, para que después de un rato, transcurra la tarde también. Y casi sin tiempo, llegar una vez más a casa. Y sin demasiado tiempo, más tarde ya sea de noche.
Medianoche oscura, una vez más, preparando todo para el día que vendrá.
Sintiendo que no llegué a hacer nada. Pensando en cómo modificar aquel círculo desencadenante...
Para que a la mañana siguiente, todo sea, una vez más.
Sintiendo que cada mañana tiene gran valor, cada tarde, también, cada día, cada instante. Pero sintiendo que no supe llegar a cumplir mi "destinación" en cada especial instante.
Después de tantos reproches, y tantas críticas, a veces, ya no sé que pensar. Aunque así no lo quiera, esas críticas, sí afectan.
Y todo, vuelve a ser, como una vez más.